recuerdos de una festera

recuerdos de una festera

 Cuando repaso el álbum de festera, una lágrima pelea por asomar a mis ojos, son tantos los recuerdos que me traen estas fotos, tantas las situaciones, las anécdotas que vienen a mi memoria que la mayoría de las veces, o bien cierro las tapas y a otra cosa,  o bien me pierdo entre los vericuetos de cada detalle.

 Me acuerdo de las personas que ya no están, y que en aquélla época me animaron a ser festera, porque tengo que decir que les habla alguien que ya rebasa el medio siglo de vida, ¡caray, cúanto!, y por entonces en mi quinta no había muchas chicas y de las pocas que éramos algunas decidieron sacarse el carnet de conducir, en vez de ser festeras, porque para todo no había, y es que eran otros tiempos (y ahora dicen que hay crisis), tenías que trabajar duro todo el año, y no sólo para conseguir todo lo necesario, trajes zapatos, complementos, etc. Etc. Sino también porque la lotería se vendía puerta a puerta, la publicidad pues lo mismo, casi tenías que hacerte amiga de los comerciantes que te tocaban y explicarles lo bien que quedaría su anuncio en el libro de fiestas, y te decían no sé, no sé, vuelve otro día que lo hable con mi marido y haber qué dice, y así te pasabas el año intentando recaudar dinerito.

 Después la familia, yo recuerdo a mi abuela Inés que me decía, es la mejor época de la vida, no se te ocurra cambiarlo por sacarte el carnet, ya habrá tiempo para eso, ahora tienes que elegir un traje bien bonito,”de princesa” porque eso es lo que parecía en aquélla época.

 Y luego la preocupación de que todo saliera bien, ay!  todavía  recuerdo algún que otro sueño, que hacía presagiar no sé qué, que sé yo! Que si los guantes, que si el ramo, que si este peinado o el otro, y luego que aunque con  18 años no hay ninguna mujer fea, pues quieres estar lo más guapa posible, y con la mejor figura.

 Y se va acercando el gran día y uy! Que daño me hacen los zapatos, santo cielo esto no lo había previsto no los he cedido lo suficiente, (pero bueno a sufrir, bien sonriente), haber el escote, si eso está bien no se me ve blancucha,  menos mal que tomé el sol, y tengo un buen tono de piel, y luego una tía que te susurra al oído te pusiste el perfume que te regalé, cuando te besa, ah sí hueles muy  bien, pues ale! Al paseillo, con la banda música detrás.

 Cuando llegas al escenario, ya no sientes los pies, pero ves las caras de los vecinos que están esperando para verte, para ver a todos los festeros, y piensas bueno ¡lo logré! Por fin estoy aquí arriba, miras de reojillo a los demás compañeros y compañeras y presientes que pasan por algo parecido, y una mirada de satisfacción recorre el escenario, bueno al final aunque este año el Ayuntamiento no se haya estirado mucho, la cosa ha quedado bien, veremos el día de las varietés, (que no habrá, y la gente está acostumbrada a esto… no sé yo).

 Y llega el día de las “no varietés” que sustituimos, por una bonita dançá, en el escenario, y también gustó, se oían comentarios, chica que bonico que ha estado, eso es lo nuestro, así tendría que ser. Y tú suspiras pensando ¡gracias Dios mío!.

 Y por eso cada año echando la vista atrás, el tiempo vivido, recobrado, se hace presente contemplando las nuevas generaciones.   

                                                                           

Quatretonda, verano 2010

                                                                                            Josefa Esteve

1 comentario

  1. Altra Festera

    Jo també vaig ser festera uns pocs anys després de Josefa i guarde tants bons records com ella. Fa poc ha sigut festera la meua filla i he pogut comprovar com de diferent són ara les festes.Ara es preocupen de poques coses,nosaltres feiem loteries quasi totes les setmanes, contratavem varietets,orquestres, bandes de música,participavem en TOTS els actes…i tot això ens feia espavilar en la vida. Es clar que tots els festers no participaven de la mateixa manera,però tots aportaven el seu granet «d’arena».
    A les festes d’ara cal aportar la presència(quan no n’hi ha son retrassada) i poc més. Em pregunte si la culpa la tenim els pares, que no ens fiem d’ells o les autoritats que tampoc es fien massa de posar en mans de la joventut ,tants diners per a que siguen ells els vertaders organitzadors.
    De tota manera són uns dies molt especials i que solament són una vegada en la vida,com em deia una veïna del poble: Hui et pots casar totes les vegades que faça falta,pots tenir els fills que vulgues, pots viatjar on et vinga en gana,però…18 anys sols es tenen una vegada en la vida i mai més tindràs l’oportunitat de ser fester/a del teu poble.Cal aprofitar-la i disfrutar-la perque a partir d’ahí tots els anys podràs recordar anècdotes de l’any que vas ser festera.I tal vegada una llagrimeta d’emoció vulga assomar als teus ulls quan veus a les noves generacions.

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