EL SOLSTICIO DE INVIERNO

EL SOLSTICIO DE INVIERNO

EL SOLSTICIO DE INVIERNO

El buitre leonado se acerca sigiloso hacia la carroña que desde tiempo inmemorial yace sobre la tierra pantanosa de los páramos deshabitados donde no ha mucho tiempo el verdor la concupiscencia del colorido de las flores la alegre y bulliciosa fauna nocturna llenaban la pradera que antaño fue remanso de paz donde la perdiz el mochuelo la paloma torcaz y el jilguero amarillo campaban a sus anchas sin que ser vivo alguno osara turbar la paz que se perdió cuando el caprichoso cambio de la temperatura que sobrevino en aquel aciago período dio al traste con el oasis voluptuoso que había crecido al amparo del macizo montañoso que aún podemos contemplar orgulloso erguirse como un padre protector que no lo fue tal porque las fuerzas telúricas son más poderosas que la misma voluntad de los seres que aunque inertes parecen tener alma Pero volvamos a nuestro buitre leonado que como vemos no está solo le acompañan otros congéneres que listos a celebrar el festín caminan  prudentes a la espera que el que parece ser dirige el grupo  acepte que puedan también gozar del pantagruélico manjar que sus ojos atisban y que su fino olfato les dice que es allí donde podrán satisfacer las ansias de llenar sus estómagos que lejos de estar ahítos llevan días sin que  carne putrefacta alguna descienda a su aparato digestivo No lejos la mamá loba observa junto a sus lobeznos la algarabía que montan aquellas aves que ya empiezan a celebrar el inesperado encuentro con los despojos del animal que en un día ya lejano era el dueño y señor de estas latitudes que en llegando el invierno se cubrían de un manto blanco para demostrar la pureza de la que disfrutaban dicho sea sin ambages ni sutilezas la multitud de habitantes que deambulaban por estos parajes y donde nuestro querido lobo sagaz como pocos tanto gozaba sin que nadie viniera a perturbar ese reinado que aquel zarpazo funesto le arrebató aunque él es fiel como pocos a su instinto que lo hace ser uno de los seres más inteligentes del espacio que dominan las cumbres de la cordillera Ibérica junto a la sierra de Gredos y los Montes Universales

En llegando la noche brillan en la oscuridad millares de luces son los ojos de aquellos que nacieron para existir sin que la luz del astro rey perturbe su quehacer diario de acopio de nutrientes para sustentar a su prole y a la vez servir de elemento corrector y equilibrador de la fauna que por otro lado si no hubiera ese elemento de control se superpoblaría de musarañas sabandijas vertebrados e invertebrados que extinguirían prontamente tan feraz población de variopintos seres que sin ser plenamente conscientes todos ellos no han sabido que ha llegado elSOLSTICIO DE INVIERNO y allá en el firmamento ha vuelto a aparecer el cometa que fiel a su cita anual señala con su luminosa cola un lugar en la Tierra donde los hombres de buena voluntad esperaron inocentes la alegría y la paz porque creían que todos los seres nacidos de mujer han de sentirse hermanos pero mientras ese momento tan esperado tiene que llegar los lobos aúllan el coro de los grillos cantan  a la Luna y la lechuzas llevan el compas con su particular monótono y rítmico canto PARA FESTEJAR QUE UNA VEZ MÁS HA RETORNADO EL MENSAJE DE BUENA VOLUNTAD

PD — QUE CADA CUAL INSPIRE I ESPIRE CUANDO LE VENGA EN GANA

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